El presidente Carlos Mesa promulgó la ley que reglamenta el referendo del 18 de julio sobre el futuro de los hidrocarburos bolivianos, luego que el Congreso la aprobó.
Los detractores demandan la nacionalización de los hidrocarburos y el cese de los contratos con empresas multinacionales que operan en el país.
El destino de las reservas de gas, y su posible exportación a Estados Unidos a través de puertos chilenos, fue el detonante de una fuerte protesta social a finales del año pasado.