Casi lo linchan después que, presuntamente, estranguló a la cónyuge.
Patadas y golpes fue lo que recibió Modesto Castillo cuando regresó a la escena del crimen que, supuestamente, perpetró en perjuicio de su concubina Lidia Galván, de 28 años.
Minutos antes del tumulto, el cuerpo de Lidia descansaba inerte sobre su cama en el altillo del cuarto de su casa ubicada en Colón. Su hija de 9 años, descubrió el cuadro desgarrador y corrió para dar aviso a su abuela, pues le pareció que su mamá estaba muerta.
Los familiares comprobaron que Lidia había fallecido. Una de las hermanas que llegó al lugar del homicidio, dijo que Lidia tenía algunas marcas en el cuello.
Aparentemente, Modesto estranguló a Lidia cuando ésta dormía, se retiró del lugar y poco tiempo después, regresó a la escena del crimen.
Inmediatamente, los vecinos percibieron a Modesto como sospechoso, pues en varias ocasiones lo vieron cómo discutía y golpeaba a su pareja.
Modesto trató de huir, pero fue alcanzado por los vecinos del caserón que casi lo matan a golpes, sin embargo, la Policía Nacional lo aprehendió para investigación.
Lidia trabajaba en un almacén ubicado en Los Cuatro Altos de Colón, donde debía presentarse ayer sábado. Lidia dejó huérfanas a sus dos hijas de 8 y 9 años.