El que se perfila como el proyecto insignia de la próxima administración ya se está cocinando. El equipo de gobierno del presidente electo Ricardo Martinelli ya ha redactado los proyectos de ley que crearán una Secretaría del Metro de Panamá, que llevará las riendas del diseño, licitación y construcción de un nuevo sistema de transporte masivo en la ciudad capital.
Todo indica que Roberto Roy, antiguo miembro de la junta directiva del Canal de Panamá, tendrá la batuta.
De concretarse la creación de un metro, el gobierno de Martinelli se estaría anotando un punto monumental precisamente en uno de los mayores fracasos del gobierno saliente.
El incendio del bus 8B-06 en 2006 no solo fue la peor tragedia de los últimos años, sino también la mayor oportunidad perdida del gobierno de Martín Torrijos tuvo.
Todos los vicios, deficiencias y corrupción de la cúpula transportista del país quedaron en evidencia con esa desgracia, y la indignación del pueblo en los meses posteriores fue tal que cualquier iniciativa del gobierno para acabar con el status quo del transporte hubiese contado con el apoyo total de la opinión pública y la mayoría de los medios de comunicación.
Pero esa valiosa oportunidad se perdió, y en vez de eso, nos salieron con la electorera iniciativa del Transmóvil, que afortunadamente murió antes de nacer.
Y mejor que así pasó, porque los 900 mil panameños que diariamente tienen que soportar el pésimo servicio de los "Diablos Rojos" se merecen algo mejor que un parche.