Los diputados no aprenden. El proyecto que le otorga un fuero especial al momento de instruirles un sumario y juzgarlo por parte de la Corte Suprema de Justicia, es inconcebible.
Cuando la ciudadanía reclama el cese de tantos beneficios para los llamados "Padre de la Patria", se nos sorprende con una propuesta que establece que para investigar a un diputado se requiere el voto de seis de los nueve magistrados de la máxima Corporación.
De manera disimulada se está echando por tierra la reforma al artículo 155 de la Constitución, que eliminó la inmunidad parlamentaria. ¿Porqué un diputado que gana un excelente salario tiene un tratamiento diferente que el común de los panameños?
Parecen ser insaciables. ¿No es suficiente el jugoso sueldo, los autos exonerados, las franquicias telefónicas, el derecho a una planilla especial y el derecho a pasaporte especial?
Panamá no puede permitirse esas diferencias. A un pueblo que apenas tiene con que comer, es vergonzoso que se le restriegue en la cara tantas prerrogativas para un sector de la sociedad.
Ese tipo de hechos son los que van deteriorando la imagen de los políticos poco a poco y se corre el riesgo que la sociedad pierda el poco respeto que le tienen a los partidos y sus dirigentes.
Ya está bueno de tanto fuero especial para los diputados. ¡Un político serio no debe temer a ser juzgado bajo los mismos parámetros que se le aplican a sus electores!