Los sectores opositores no disminuyen sus críticas por la visita al país del presidente venezolano, Hugo Chávez. El empresario y presidente de Cambio Democrático (CD), Ricardo Martinelli, dijo ayer tener sospechas de la existencia de una "doble agenda" diplomática entre Chávez y el gobierno panameño de Martín Torrijos.
Según Martinelli, "no ha habido claridad con el verdadero fin de la llegada de Chávez a nuestro país".
"La llegada a Panamá del polémico mandatario podría provocar fricción con otros Estados Latinoamericanos por su apoyo a grupos adversos a la democracia, su constante intervención en la política interna de los países y la coacción a la libertad de expresión que rige en Venezuela", aseveró el dirigente político.
En tanto, el presidente de Solidaridad, José Raúl Mulino, calificó como un "grave error" de la política exterior la invitación a Chávez.
"En vez de exaltar a figuras continentales respetuosas de la democracia, tendremos la visita de un señor que ha convertido su gobierno en una forma autocrática de mandato", dijo el ex canciller.
Mulino indicó que espera que Chávez sea respetuoso de los asuntos internos de Panamá y se abstenga de opinar sobre lo que se debe hacer sobre el proyecto de ampliación del Canal.
El presidente Chávez es el invitado de honor a los actos que el Ministerio de Relaciones Exteriores prepara para conmemorar el 180 Aniversario del Congreso Anfictiónico este jueves.