La goleada lograda ayer frente a Santa Lucía 4-0 es el inicio de otro sueño de esperanza en el aficionado que espera ver a su selección por fin en un mundial de mayores.
En comparación a anteriores eliminatorias no cambiaron muchas cosas, salvo el uniforme, ahora totalmente rojo.
Continuamos abusando del pelotazo a Julio, quien como en las épocas pasadas anduvo solitario en ataque.
En el primer tiempo, arrollamos gracias a una gran actuación de Luis Tejada y Ricardo Phillips cargando el equipo y con un Julio Dely Valdés, que le ganó en el salto a los centrales de Santa Lucía para abrir el marcador. Cada uno marcó un gol.
En la etapa complementaria los cambios desdibujaron al equipo en la cancha. Se llegó a tener a tres centros delanteros, independientemente de las posiciones en que fueron ubicados. Con ello Panamá perdió ritmo, aunque ganó más potencia y fortaleza en ataque, pero careció de orden táctico.
Al final, ganamos y tenemos el 50% del boleto en la siguiente ronda de la CONFUT.