lunes 14 de junio de 2004

 

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Sola y desnutrida

Lisbeth Cortés | Crítica en Línea

A todos nos gusta que nuestras familias nos brinden amor, cariño y ayuda cuando más lo necesitamos. Más si se trata de una madre que dio la vida por sus hijos y se preocupó para que no les faltara comida y una buena educación.

Desde hace años, a Petra Escobar de 73 años, quién vive en Veracruz calle 2 Capitán Rivas, el distrito de Arraiján, le ha faltado esta satisfacción. Su familia -ahora que más los necesita- la han dejado totalmente abandonada y no recibe ninguna ayuda de parte de ellos. Sola, ve sus días pasar y no pierde la esperanza de que alguien algún día la ayude.

QUIENES LA ABANDONARON
La señora Petra no puede hablar bien, y su vecina -la señora Cecilia Meneses- cuenta que Petra tiene 7 hijos y 4 nietos que la han olvidado. "Parte de su familia vive en Chivo Chivo, Arraiján y una de sus nietas vive cerca de ella y ninguno se preocupa por su madre que fué la que les dió la vida. Ellos alegan que no le dan comida porque se la bota. "Somos sus vecinos los que les damos de comer y le gusta mucho la carne ", indicó.

SU SALUD
La señora Petra necesita hacerse exámenes médicos y no cuenta con los recursos económicos. Lastimosamente es sorda, y al hablar poco es lo que se le entiende. Sus vecinos -consternados de la situación- se la llevaron para el médico y los doctores le dictaminaron que se encuentra desnutrida. A pesar que sus hijos conocen la realidad de su madre tampoco se preocupan por la salud de ella. Vive en malas condiciones y cada día que pasa su situación empeora.

NO HAY NADA EN CASA
Al llegar a su humilde hogar el panorama que se ve es muy triste. No tiene agua porque no cuenta con los recursos para pagar, no tiene estufa, anda descalza, no tiene casi ropa, su piso es de tierra y su casita está echa de zinc y tablas.

Su vecina Cecilia añade que un hijo es el que más se aparece; este anda en sus vicios y la maltrata siendo la prueba los golpes en la cara que muestra Petra. "A ella le encanta lavar lo poquito que tiene de ropa y somos nosotros los que nos preocupamos por llevarle agua. Cuando este hijo está de buen humor y tiene los pies sobre la tierra es el que a veces le cocina y le busca un poco de agua. Esto no sucede siempre", cuenta.

UNA MANO AMIGA
Según la señora Meneses, sus hijos acuden donde su madre solamente obligados por las autoridades. Ella espera que los obliguen a hacerse cargo de su madre; la atiendan, le den el cariño que necesita y le brinden los cuidados necesarios, ya que el día que les haga falta van a extrañarla. Cualquiera donación que puedan dar para ayudar a la señora Petra Escobar favor llamar a su vecina Cecilia Meneses al teléfono 250-0254, o para mayor información comunicarse con Crítica.

 

 

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