L a señora había enviado "hojas de vida" a todas partes. Buscaba un empleo que sirviera para aliviar los problemas del hogar. El sueldo del marido no daba para cubrir todos los gastos de la casa. Ella fue despedida hace meses de una empresa, sin ninguna excusa justificada.
Sencillamente ya no era la "pollita" de antes y su salario por antigüedad era más elevado que el resto de las secretarias.
La botaron y le dieron todas sus prestaciones. Ese dinero se iba consumiendo poco a poco, ante las cuentas y necesidades del hogar.
En su puesto pusieron a una bonita jovencita... ¡a la que le pagaron la mitad de su sueldo! La jovencita estaba en su primer empleo y no dijo nada porque le pagaban menos que la anterior.
Esta señora visitó esa mañana una empresa reconocida en Panamá. Su gerente de personal con cara que quería ser amigable, le dijo:
"No estamos empleando personal nuevo hasta ver qué pasa después del primero de septiembre, con el nuevo gobierno".
Quiso decir la desempleada que sus necesidades no tenían fecha en el calendario... ni nada que ver con el cambio de gobierno, pero se quedó callada para evitar molestias, que más tarde pudieran impedir un regreso a buscar empleos en esa empresa.
Cosa parecida ocurrió con el joven que quería trabajar para independizarse. Se le ocurrió ir a un ministerio y allí le dijeron:
"¡Qué va, con el cambio de gobierno no hay posibilidades de empleo para nadie aquí. Es mas, todos tenemos miedo de que nos boten!".
Claro que un cambio radical de gobierno provoca temores, suspicacias y recelos en mucha gente, sobre todo empresarios y funcionarios públicos.
Por eso he dicho que es malo que se esperen cuatro meses para darle el poder al nuevo presidente. Parece que en el Tribunal Electoral al fin leyeron mis escritos, pues ahora se aparecen con esta y otras reformas.
Como suele ocurrir en Panamá, luego de ocurrir las fallas es que a alguien "se le prende el bombillo" con una idea genial para cambiar. ¿Por qué no se hicieron estas y otras reformas a la ley electoral antes de las elecciones? Imagino que miles de panameños sin empleos tendrán que "comerse un cable" durante los tres meses y días que faltan para instalarse el nuevo gobierno.
Pero las cuentas seguirán llegando, trayendo amargura y sinsabores a estos desocupados.