En medio de una crisis de salud pública por la falta de un laboratorio central y la ausencia de personas que donen desinteresadamente su sangre, Panamá conmemora hoy el Día Mundial del Donador de Sangre.
Sí, aquel tejido líquido que recorre el organismo transportando células contiene todos los elementos necesarios para realizar las funciones vitales (respirar, formar sustancias, defenderse de agresiones) resulta el más preciado en los hospitales públicos.
Informes estadísticos reflejan la triste realidad; del 100% de las donaciones solo el 1% comprende donantes voluntarios, el 49% son por reposiciones (aquella que se sustrae cada vez que una persona es sometida a operación) y el 50% son por carácter comercial; es decir personas que venden su sangre.
Aunque también existen factores religiosos y culturales que inciden en la resistencia de algunas personas para donar sangre.
Debido a está problemática que se vive a diario, contando solamente con dos laboratorios de sangre, la Caja de Seguro Social y el Ministerio de Salud han conformado una comisión a fin de establecer un Almacén Nacional de Sangre, cuya misión sería distribuir bolsas de sangre a los escasos laboratorios que existen en el país.
Las autoridades panameñas buscan tener un banco central de sangre, para hacer frente a una posible catástrofe nacional producto de epidemias, desastres naturales.
De acuerdo a una fuente médica, en los cuartos de urgencia muchas veces se afrontan problemas a la hora de intervenir quirúrgicamente por la ausencia de la sangre o el tipo requerido, donde siempre son los familiares de los hospitalizados que salen al frente de la necesidad.