Por querer ahuyentar con humo a un enjambre de abejas africanizadas, lo que hizo fue prenderle fuego a la bodega de la casa y por poco provoca una tragedia mayor.
El hecho ocurrió la tarde del viernes, en la residencia de la familia Quintero, situada en Finca 43, en Changuinola, provincia de Bocas del Toro.
Según los afectados prendieron unas llantas con la esperanza de que el fuerte olor a caucho quemado hiciera huír a las abejas que habían hecho su morada en la pared de la bodega, sin embargo, una ráfaga de viento provocó que las chispas volaran al interior del inmueble donde habían varios quintales de arroz seco que rápidamente se incendiaron.
Con sus propios medios el dueño de la casa y algunos empleados, quisieron sofocar el siniestro y minutos después llegaron los bomberos de la sexta compañía de Changuinola y lo extinguieron rápidamente.
Lo irónico del hecho fue que ni el humo, ni el agua, ni el fuego persuadieron a los insectos para que abandonaran el lugar, y después de revolotear por los alrededores volvieron a la pared que consideran su casa y de la que minutos antes las querían sacar a punta de humo.