El número de mujeres asesinadas por sus parejas en España, treinta en lo que va del año, víctimas de la violencia doméstica contra la que el Gobierno impulsa una nueva ley, ha obligado a desarrollar medidas urgentes como protección policial individualizada.
Apuñaladas, quemadas vivas, estranguladas, arrolladas con automóviles o a escopetazos han muerto muchas mujeres, y también algunos hombres y niños, en los múltiples casos en que el asesino o asesina decidió zanjar las desavenencias, el desamor, la infidelidad o el abandono acabando con la vida de su compañera o compañero.
Las estadísticas de muertes por violencia doméstica en el último lustro recuerdan -según cifras oficiales- que en 1999 murieron 56 personas, 67 en el 2000, 54 en el 2001, 52 en el 2002 y 68 el año pasado.
A falta de confirmación judicial, la última de las víctimas ha podido ser una colombiana de 40 años, cuyo cadáver apareció este viernes en Granada con señales de estrangulamiento y cuyo marido, también colombiano, apareció muerto, unas horas después en otro pueblo, presuntamente después de haberse suicidado.
Otros asesinatos que, como todos, han conmovido a la sociedad española, fueron el de una mujer de 46 años que fue arrollada repetidamente con un automóvil por su marido, de quien se estaba separando y sobre el que pesaba una orden judicial de alejamiento.
El 30 de abril pasado, una mujer dominicana de 38 años y dos de sus hijos, de ocho y cinco años, fueron quemados vivos dentro de su casa por el ex marido de ella y padre de los menores.