En medio del dolor de Fermina y Blas, y ante el asombro de la comunidad veragüense por la manera en que las autoridades del Ministerio de Salud de la región manejaron el caso.
Diversas han sido las reacciones que ha generado la muerte de la niña Milagros Nazareth González, de un año y cuatro meses de edad, quien falleció la mañana del pasado domingo en el Hospital del Niño, a causa de un avanzado estado de desnutrición e hidrocefalia.
Tras un sondeo de opinión realizado sobre este caso, fueron muchas las reacciones de la comunidad, considerando que las autoridades no sólo del MINSA sino del Ministerio de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia (MINJUMNFA), deben investigar primero si hubo negligencia médica en la atención de la menor enferma, y por otro lado si hubo o no descuido de los padres de Milagros, al no solicitar a tiempo la atención necesaria para su hija.
Entre las opiniones que han surgido luego de lo ocurrido con este cuadro, están las del doctor Santiago González, director de la Región de Salud de Veraguas, quien reconoció que anteriormente en las instalaciones del MINSA en esta provincia se le brindó la atención a esta menor, a la cual no se le pudo dar un tratamiento adecuado por el hecho que en la ciudad de Santiago, no hay un médico neurólogo especializado que hubiese podido tratar el problema cerebral de Milagros, quien fue producto de un parto prematuro.
El doctor González, quien salió en defensa de la posición del Ministerio de Salud en este sonado caso, aseguró que el médico pediatra, Servio Guizado, quien fue señalado por negarle la atención a Milagros no actuó de mala fe, ya que él le recomendó a los padres de la menor el tipo de tratamiento clínico que esta requería. Confirmó que se ha iniciado una investigación interna.