La ironía y la contradicción siguen siendo las notas dominantes de lo que acontece en el escenario de la serie de las Finales de la NBA con los Pistons de Detroit, manteniendo su humildad y Los Angeles Lakers su arrogancia a pesar que la van perdiendo por 2-1 al mejor de siete.
Los jugadores de los Lakers, que sufrieron la peor humillación de su historia en un partido de la fase final al perder el tercero por 88-68, fueron incapaces en su encuentro con los periodistas de admitir y darle crédito a los triunfos conseguidos por los Pistons.
Inclusive la súper estrella de los Lakers, el pívot Shaquille O'Neal, fue mucho mas lejos al declarar que los Pistons no habían hecho nada especial para ganar, ellos fueron los que fallaron.
Mis compañeros no me han pasado bien el balón y así no podemos ganar a ningún rival", declaró O'Neal.