¡La justicia es ciega! Ese lema parece tener fundamento para Gabriel Velásquez, a quien la Ley le quería "cobrar" doble.
Velásquez estuvo casi dos meses preso injustamente y además, perdió su empleo.
Se informó que el ciudadano había purgado condena de 40 meses en la prisión de donde salió el 18 de septiembre de 2007, pero el 10 de abril de este año, 2009, nuevamente lo apresaron y lo encarcelaron por el mismo delito por el cual había estado preso anteriormente, pero de lo cual las autoridades judiciales, penitenciarias ni policiales se habían percatado.
El hombre, antes de "caer" preso, trabajaba como reparador de escuelas para un contratista del Ministerio de Educación, pero ahora ha quedado sin empleo y no tiene cómo mantenerse.
¿De qué manera la justicia remienda una falla así?