Dolor y tristeza es lo que vive la familia de los hermanos Escobar, asesinados el domingo cuando intentaban ayudar a un joven que era víctima de un asalto protagonizado por tres menores de edad frente a la residencia donde se encontraban reunidos.
Maylin Velásquez Escobar, de 32 años, madre soltera, residía con su hermano hacía 25 días. Tenía dos hijos: uno de 17 años y el otro de 10 años.
La hoy occisa laboraba en una empresa dedicada a la pintura ubicada en Tumba Muerto. Recientemente su esposo fue víctima también de los delincuentes, cerca del área donde se registró el suceso.
Al parecer, esos fueron motivos para que Maylin saliera a defender al joven que no era de la familia. Ella le manifestó a los agresores que lo dejaran, ya Crístian Gomez, de 18 años, estaba en el suelo con un tiro en el abdomen.
Maylin, con voz de desesperación, les manifestó que lo dejaran. Al parecer se registró una discusión y ella le dijo al delincuente: "Haz lo que quieras", y éste-sin mediar palabras-apuntó la pistola y le disparó dos veces a Maylin. Ella cayó en las transitadas veredas de La Loma de Cristo.
Al escuchar la detonación, Julio César Escobar, de 34 años, salió a defender a su hermana, pero el gatillero soltó otra detonación con dirección a la cabeza de Julio. Ambos fueron llevados a diferentes centros médicos, pero murieron.
Julio tenía 3 niñas: de 9 años, 3 y 4. "Todos los días, salía a eso de las 4:30 de la madrugada para trabajar como obrero de la construción en Colón. Era responsable, quería a sus tres hijas", dijo la viuda, Yareika Alba.