Son pocos los panameños que han tenido la oportunidad de visitar Coiba, ahora que su cara es otra.
No la del confinamiento, sino la del paraíso natural de verdes montañas y sobre de todo hermosas aguas cristalinas, rodeada de exuberantes corales de mil colores y custodiados por delfines y ballenas.
Todo eso es Coiba y mucho más, pero no crea amigo lector que la exuberancia de sus mares y la riqueza de sus aguas es inacabable.
Muy por el contrario, la magia que la rodea es más frágil de lo que parece y es allí donde juega un papel fundamental su custodia y preservación y en eso es que trabaja la Fundación Mar Viva, que ha tomado Coiba como uno de sus bastiones en la preservación de los recursos marinos en Panamá.
Y es que Coiba no es una isla más, según explican los biólogos de Mar Viva, esta es la isla mas grande del Pacífico centroamericano y que junto a Isla Coco, en Costa Rica; Isla Malpelo y Gorgona, en Colombia; y Galápago, en Ecuador, conforma el corredor marino del Pacífico. Además de poseer el segundo arrecife coralino más grande del Pacífico Oriental Americano.
Fue precisamente con esta organización (Mar Viva) que nos trasladamos a recorrer Coiba para conocer cómo trabaja el sistema de vigilancia de sus aguas, en dónde se reproducen cientos de especies que garantizan una pesca abundante en las aguas circundantes y que aseguran el sustento económico y alimenticio de miles de panameños.
TRABAJO CONJUNTO
Según nos explicó el director del Parque Nacional Isla Coiba, Juan Vernaza, de la Autoridad Nacional del Ambiente (Anam), el trabajo que se realiza es recorrer las aguas que comprenden el Parque para evitar la pesca indiscriminada. En este trabajo, Mar Viva ofrece la logística de las lanchas, combustible, y la tripulación , que con un custodio de la Anam hacen los recorridos diarios para inspeccionar que ninguna embarcación rompa el cerco de pesca que por ley se ha establecido para proteger sus aguas.
Trabajo que no resulta nada fácil, si se toma en cuenta que el Parque Coiba comprende una inmensa superficie costera.
DATOS INTERESANTES
Aunque Coiba no está llamada a ser un destino turístico de grandes estructuras es visitada por 8 mil turistas cada año.
La isla posee instalaciones que administra la Anam y cuya capacidad no excede 30 personas.
De acuerdo a Vernaza, ello se debe a que por ley de la república se establece que Coiba no está llamada a ser un destino turístico de grande dimensiones.
Para ingresar a sus instalaciones es necesario que se haga la reserva por lo menos un mes antes y tener ya contratada la nave que trasladará al visitante, cuyo costo es de B/140.00 aproximadamente, sin incluir el combustible.
El ingreso a la isla tiene un costo que va a variar de acuerdo a la condición del visitante. Nacionales B/5.00, B/20.00 extranjeros, B/3.00 estudiantes al igual que jubilados.
El hospedaje por día en cabañas con una cama es de B/15.00 para nacionales, 20.00 para extranjeros, B/10.00 estudiantes.
Vernaza aclaró que son diversas las actividades que pueden practicarse en la isla, desde senderismo, buceo, "snorkels", observación de corales y aves y a otro nivel investigaciones importantes investigaciones científicas.
Actualmente, en la isla se están realizando investigaciones por parte de arqueólogos y ornitólogos que buscan rastros de asentamiento humanos de la época precolombinas logrando hasta ahora algunas evidencias, lo que le da a este territorio insular una nuevo valor agregado.