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Hace poco por razones de salud, acudimos al Seguro Social, y lo que allí encontramos además de sospechoso fue deprimente.
¿Pero por qué decimos que nuestra apreciación sobre lo que ocurre en el Seguro Social es sospechosa?
- El personal que atiende en las ventanillas: de prestaciones médicas, que es la primera instancia donde llega el usuario, ha sido reducido, de igual manera en laboratorios, farmacias y el servicio radiológico, lo que da paso a las enormes filas, y el gran descontento que ello ocasiona entre los usuarios.
- A su vez el Seguro Social ha establecido normas de atención: que parecieran buscar dificultar la prestación de los servicios médicos, un ejemplo: que una orden de un médico calificado del Hospital Santo Tomás, no es aceptada si antes no es refrendada por un médico del Seguro Social, otra molestia es que un médico de clínica particular que ordene una radiografía esta no será atendida en el Complejo, si no en las policlínicas, las cuales la mayoría de las veces tienen el equipo dañado y muy saturadas de trabajo, principalmente por lo anticuado del equipo.
- La más sospechosa de todas: la gran escasez de medicinas, principalmente para enfermedades crónicas, que ocasiona muchos perjuicios a miles y miles de asegurados.
- Exámenes que no se aplican: los riesgos para detectar una enfermedad peligrosa se acentúa ya que ciertos exámenes no se aplican dizque por su complejidad, y otros como fue un caso que presenciamos toman hasta cinco meses, y como me dijo el paciente si la lesión es sospechosa, cuando tenga los resultados, lo más probable es que ya sea tarde.
- Las instalaciones: está altamente comprobado que para quien trabaja, o el que va en busca de salud, necesita el sitio de trabajo, y el área de recuperación sea agradable y cómodo, pero en el Seguro Social es todo lo contrario, los cubículos de los médicos muchos con falta de pintura, en ocasiones los hemos visto sin implementos mínimos de trabajo como los de tomar presión, los baños en pésimo estado y falta de mantenimiento, principalmente por no tener materiales de limpieza, las salas de espera son las mismas de hace treinta años, igual su mobiliario, es notorio la falta de ascensores. ¿La pregunta es? No será esto ex profeso, no será como dicen por ahí, que en el Seguro Social quieren aplicar un plan B, el cual consiste, en que la institución, se deshaga de prestar los servicios médicos y cederlos para que sean administrados por el Ministerio de Salud.
Finalmente, por este medio hacemos pública una invitación a los funcionarios de la Caja de Seguro Social, para que asistan al Programa Fuego Cruzado, que se transmite, los sábados por KW Continente y conversemos sobre el tema, para beneficio de la población asegurada.
Esperamos su aceptación.
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