La selección femenina de Panamá viajó rumbo a Canadá sin pena ni gloria. Se fueron de forma callada, tal vez hasta ignoradas por la prensa deportiva del país, que por estos días se encuentra más pendiente de las prácticas de la selección mayor o del homenaje al más grande, Julio César Dely Valdés.
Hasta el propio futsal acaparó más la atención la semana pasada en su eliminatoria, que el equipo femenino.
Ese bajo perfil que mantuvieron las chicas hasta su viaje, sólo demuestra una cosa. O se está dejando a un lado esta disciplina tan linda, o sus dirigentes no le están dando el protagonismo que se merecen las mujeres.
Recuerdo que cuando salió la primera selección femenina de Panamá, se transmitieron los partidos o por lo menos recibiamos informes de lo que sucedía con las muchachas, en esta ocasión no creo.
Recuerdo esa eliminatoria Sub-19 de hace dos años donde vencimos a Trinidad y Tobago y luego caímos frente a México.
En esta ocasión, la situación parece variar muy poco. Enfrentaremos nuevamente a México y a un equipo del Caribe como lo es Jamaica.
El otro participante en el grupo A es Canadá, el país anfitrión.
No cabe dudas de que la situación es bien complicada. Sería llenar de falsas expectativas a los aficionados si les digo que vamos a clasificar. No, creo que podamos aspirar a un quinto lugar nuevamente y mantenernos entre los mejores cinco países en cuanto a fútbol femenino de la CONCACAF.
Aunado a esto, la escasa preparación de este grupo para la competencia hace predecir marcadores lamentables.
Ojalá y sorprendamos a las mejicanas, canadienses y jamaiquinas. Todos apostamos por esto, por un Panamá ganador, por selecciones que rindan y puedan clasificar.
Lamentablemente en el fútbol no se vive de milagros ni de falsas esperanzas ni de improvisaciones.
Señores si no nos preparamos, si no se realizaron partidos de fogueos, si no tuvimos una preparación acorde a la competencia, qué podemos esperar.
Vamos de corazón a esperar un desenlace favorable para las chicas en este premundial, no una clasificación, no. Sí, una actuación decente y con deseos de ganar.