El gobierno chileno decretó alerta amarilla en la región de Aysén, afectada el 21 de abril por un terremoto que causó tres muertos, debido a la recurrencia de la actividad sísmica en la zona y al temor de nuevos derrumbes. Esta nueva condición, basada en el informe de la Oficina Regional de Protección Civil y Emergencia (Oremi), "constituye un alistamiento de medios y recursos para actuar".