El temor se está apoderando de los residentes de Villa Escondida. Ésta es una comunidad precarista localizada casi a orillas del manglar en el corregimiento de Pedregal, David.
Los maleantes, por querer ganar dinero fácil, se ubican en el camino que conduce a esta comunidad para asaltar a la gente, y la mayoría de las veces, cuando se trata del día de la quincena.
Rubén Guerra, representante de este corregimiento, explicó que, precisamente, en este lugar se registra este problema que se quiere convertir en incontrolable.
"Los facinerosos se van a Villa Escondida y asaltan a la gente en la entrada. Otros se van hasta el centro de la comunidad, para crear el desasosiego y la inestabilidad", sostuvo.
El clamor de la población y de las autoridades locales es que la Policía Nacional intensifique las rondas a esta comunidad, para controlar estos grupos que, precisamente, ponen en peligro la vida de los habitantes.
Por otro lado, se registra el trasiego de droga que llevan por esta comunidad; se introduce muchas sustancias ilícitas por esta zona; por tanto, en horas de la noche, los conductores del transporte selectivo ya no quieren entrar, por el peligro que representa.
Esta comunidad está habitada por ciudadanos humildes, procedentes gran parte, de las zonas bananeras de la provincia, que por los problemas económicos que se presentaron con esta actividad agrícola, tuvieron que emigrar de estas regiones.
Villa Escondida es un área precarista que padece hasta de la falta de los servicios de salud y es ahora cuando se le están suministrando proyectos de desarrollo, que por el lugar donde se ubica, se puede convertir en un eminente polo de desarrollo del turismo con su salida al mar.
Unos 800 habitantes residen en este lugar y aún hay una gran cantidad de personas que ya tienen sus lotes, pero están haciendo sus construcciones.
En Pedregal, hay muchas comunidades precaristas y se presenta como uno de los lugares con más casos de delincuencia, pero hay barriadas como y San José, Costa del Sol, donde han sido controlados los niveles de este flagelo.
La mayor cantidad de grupos delincuentes operan en estas zonas y, según el representante, comienzan a operar contra comunidades apartadas para aumentar el temor y comenzar a hacer sus fechorías.