El autor del libro asegura que: "Decir que el sexo es una celebración del sacramento del matrimonio eleva su dignidad en una forma excepcional. Semejante afirmación sorprende a la gente que ha aprendido a ver la sexualidad con malos ojos. Es difícil hacerlos comprender que Dios también está interesado en que lleven una vida sexual feliz, y que les ha dado un regalo en esto".
Pero el padre Knotz enfatiza que su libro no se aparta de la postura de la Iglesia católica. Desaconseja el uso de preservativos, afirmando que "llevan al matrimonio fuera de la cultura católica, y promueven un estilo de vida completamente distinto".
En cuanto a aquellos que ponen en duda la experiencia de un monje célibe en materia sexual, Knotz desestima su argumento explicando que ha asesorado a muchos matrimonios y que incluso administra una página de internet en la que se brindan consejos sexuales.