Tras más de tres meses de contradicciones judiciales y pulsos de tintes políticos, la periodista estadounidense de origen iraní, Roxana Saberí, fue liberada ayer después de que el Tribunal de Apelación revisara su condena.
La reportera, que el pasado 18 de abril fue condenada a ocho años de prisión por un supuesto delito de espionaje en favor de EE.UU., abandonó la cárcel de Evin tras formalizar el papeleo y abonar una fianza cuyo monto no ha sido revelado.
Pese a la gran expectación que había en la salida del penal, en el oeste de Teherán, Saberí salió por una puerta distinta y eludió a la multitud de periodistas que la aguardaban.
"Puedo confirmar que ya está con nosotros. La pena ha sido reducida a dos años y quedará definitivamente en libertad si en un plazo de cinco años no vuelve a cometer un delito", explicó a Efe su padre, Reza Saberí.