Cuando hay talento y mucha disposición al trabajo es mucho lo que se puede lograr. Pero para llegar a las metas se requiere de disciplina y visión en lo que se realizará.
Todos estos elementos complementan a Migdalia Woo Mojica, una joven empresaria panameña que después de cuatro años ha logrado conquistar su mercado con la producción de hermosas y curiosas figuras con las curiosidades y detalles de las etnias que conforman la paleta de colores con los que se pintan la nacionalidad panameña.
Las llamativas figuras poseen formas de gorditas y gorditos que las hacen muy agradable al tacto y a la vista. Para su creadora, ha sido la clave del éxito de sus productos que bien puede usted adquirirlos como una curiosidad con esencia panameña.
Migdalia, quien confiesa que siente un gran respeto y amor por las expresiones del folclor de su país, realizó un profundo estudio de mercado antes de iniciarse en el negocio de las artesanía, en hoteles, almacenes y tiendas de artesanías, logrando así la creación de sus gorditas y posteriormente sus gorditos, muchos de los cuales han viajado por varios continentes.
DISEÑANDO
Cada figura es única, pues cada diseño es pintado manualmente. Para Migdalia, lo más difícil fue arrancar y crear los moldes de cada figura, pero gracias a sus estudios universitarios de diseño gráfico le fue más fácil lograr la calidad con la que hoy cuentan sus productos, que han logrado el reconocimiento nacional e internacional por lo original y llamativo.
Esta artista, cuyo padre es de origen chino y de madre ocueña, cree poseer lo mejor de las dos culturas pues por un lado la perseverancia que identifica a la cultura china y por el otro, el profundo amor que siente el pueblo ocueño por sus tradiciones.
PARA EL FUTURO
Como toda buena empresaria, espera en un futuro tener un taller, pues todo el trabajo lo realiza en su apartamento y es además quien lleva las cuentas, la promoción y las ventas de sus gorditas y gorditos, como ella cariñosamente les llama a sus pequeñas curiosidades.
LOGROS
El mayor logro que le han dado estas figuras, según confiesa Migdalia, es encontrarse con su capacidad de ser emprendedora, además de conocer una profesión que requiere de muchos conocimientos y a la que ha aprendido a valorar y respetar. Y no sólo a la profesión como tal, sino a todas las personas que de esto viven. A las que se hace necesario enseñarles que ser artesano puede llegar a ser un privilegio.