A pesar de todos los esfuerzos de América Rodríguez, por encontrar una cura al mal que afectaba desde pequeños a sus dos hijos, ello no fue posible. El mayor de los dos hermanos, José Luis Carrillo, a los 13 años, perdió la lucha por vivir; misma que hoy continúa su hermano Alberto de 12 años.
En 1999 a través de los medios de Editora Panamá América, la madre de José Luis y Alberto, hizo un llamado de auxilio a las autoridades médicas del país, para encontrar una cura a la pérdida progresiva de la visión en sus hijos y que un año después reiteró, con la esperanza de lograr una cura para ambos.
Desafortunadamente en agosto del año pasado, falleció José Luis, mientras se encontraba en su casa, ubicada en Bello Horizonte, corregimiento de El Coco en La Chorrera.
Según su madre, los exámenes de resonancia magnética no brindaron mayor información sobre el mal que aquejaba a sus hijos; no obstante, la prueba de potencial visual dio como resultado una disminución progresiva de la vista.
América Rodríguez, a pesar de ese duro golpe, asegura que continua luchando por Alberto, quien tiene 12 años y para quien difícilmente ha logrado algún tratamiento médico en los últimos meses. Alberto asiste a la escuela aunque en un aula para niños especiales, siendo urgentes, según su madre, poder practicarle los exámenes de la visión y poder diagnostica qué tratamiento adminístrale.
Al igual que su hermano, Alberto sufre de ataques de epilepsia los cuales son controlados con medicamentos. A la fecha, la principal necesidad de la madre de Alberto, es lograr el apoyo de algún centro médico, para hospitalizarlo y que le sean practicados los exámenes requeridos.