Cada mes, alrededor del 75% de las mujeres en edad reproductiva experimentan algunos de los más de 100 síntomas relacionados con la llegada de la menstruación. Estos malestares se conocen como Síndrome Pre-Menstrual (SPM), una de las enfermedades que más afecta a la población femenina y de las más difíciles de detectar, por lo que fue uno de los temas ampliamente discutido, en el marco del V Congreso de la Sociedad Panameña de Obstetricia y Ginecología y el IX Congreso de la Sociedad Iberoamericana de endoscopía, ginecología e imagenología.
DE MES EN MES
El SPM afecta a más de un tercio de la población femenina alterando seriamente su salud y calidad de vida, asociándose a más de 100 síntomas, además de malestar físico y emocional, a problemas conyugales, familiares y de ausentismo laboral.
Seamos más específicos. De las mujeres afectadas por el SPM, se calcula que, aproximadamente, el 30% de ellas, desarrolla una sintomatología preocupante que interfiere con una vida normal, generando problemas conyugales, familiares, sociales y de ausentismo escolar o laboral, en especial, en la segunda mitad del ciclo.
Los síntomas más comunes incluyen malhumor (72% de las mujeres), irritabilidad (70%), alteraciones del apetito (56%), dolor mamario (56%) y retención de fluidos (62%) que, ante la ausencia de un diagnóstico oportuno, pueden confundirse con problemas psicológicos, neurológicos, gástricos y, finalmente, ginecológicos.
Generalmente, las mujeres gastan mucho dinero en medicina paliativa, exámenes de alto costo y hasta intervenciones quirúrgicas no justificadas ante la incapacidad propia, y hasta médica, de identificar al SPM como la fuente de todos estos males.
UN MAR DE CONFUSIONES
Es de vital importancia, que la mujer se conozca y sepa identificar los síntomas del SPM para poder manejar de manera integral el problema. Es decir, recibir atención ginecológica para poder controlar el síndrome y sus manifestaciones.
LOS SINTOMAS DEL SPM SE DIVIDEN EN 5 CATEGORIAS:
Ansiedad (incluye nerviosismo, cambios del humor, irritabilidad e impaciencia).
Depresión (incluye llanto, confusión, desadaptación social e insomnio).
Dolor (incluye dolor de espalda, calambres y dolor del pecho).
Retención de agua (incluye distensión abdominal, ganancia de peso e hinchazón). 5) Hipoglicemia (incluye dolor de cabeza, deseo de comer dulce, aumento del apetito y fatiga).