En las etapas iniciales, el glaucoma es una afección asintomática, es decir, que no produce síntomas.
Para cuando el paciente empieza a sentir molestias, el problema ya tiene algún tiempo de estar con el adulto mayor.
Generalmente, el paciente reporta que cuando mira una luz, ve una especie de arco iris o aureolas, cosa que ocurre cuando la córnea ya está llena de líquido.
El individuo empieza a tener problemas con el enfoque visual.
Los ojos se empiezan a poner más rojos de lo normal y el lagrimeo es más abundante.
A pesar de que las señales de que está ocurriendo un problema se dan, pasan desapercibidas.
Lo ideal es que toda persona mayor de 40 años, se haga la toma de presión del ojo con su oftalmólogo.