Bermudas entrenó ayer con mucho entusiasmo en el Rommel Fernández. La selección caribeña trae un grupo de jugadores jóvenes, donde se destacan siete elementos que estuvieron en la eliminatoria olímpica del año 2000, que se jugó en territorio nacional.
Con una población inferior a los 65,000 habitantes y unos jugadores afincados fundamentalmente en la liga nacional, Bermudas quiere sorprender a El Salvador en la eliminatoria mundialista.
“Es importante sacar todo el provecho posible de nuestro reducido tamaño”, comenta el técnico Kenny Thompson.
“Por un lado, no tenemos demasiadas posibilidades, si nos comparamos con naciones mayores. Pero esto puede redundar en provecho nuestro. Nos permite funcionar casi como un club, porque todos vivimos muy cerca unos de otros y podemos entrenar cada día. Somos un grupo muy unido. Los jugadores se conocen muy bien entre sí, comparten una buena amistad y se frecuentan casi cada día”.
Thompson considera que las categorías juveniles brindan una excelente oportunidad de promocionar el fútbol en Bermudas. “En Bermudas, tenemos un gran fútbol juvenil. Los chicos empiezan a jugar en la categoría sub-17. La afición es muy grande en el país. Nuestros jóvenes quieren jugar al fútbol. Quieren ser futbolistas profesionales porque la gente de aquí siente una gran pasión por nuestro deporte”.
Para este choque, Bermudas sólo trae un jugador que milita en el fútbol del extranjero.
El resto del grupo que está en Panamá juega en la liga nacional donde incluso traen un chico de 17 años y 1,95 de estatura.
Del seleccionado caribeño se destacan Rohaan Simmons, Ralph Bean, Carlos Smith y Damon Ming, que junto a John Musum, le hicieron una tripleta de goles a Montserrat.