Villa Escondida es una barriada precarista en el corregimiento de Pedregal, en la provincia de Chiriquí, con más de 300 habitantes que están sumidos en la desnutrición, la pobreza, la falta de suministro de agua potable y la carencia de luminarias.
Una carretera de piedra como vía de acceso es lo único que cuentan, porque hace unos años atrás tenían que caminar por encima de un cerro de cal para llegar a sus hogares. En las improvisadas casas de madera y zinc con pozos brocales habitan muchos jóvenes que no les espera otro camino que la delincuencia y la droga. Algunos manifiestan que han sido baleados por sus enemigos - las otras pandillas del corregimiento - y han entrado a este modo de vida.
Ante esta realidad, surge la Cooperativa Juvenil que busca orientar a estos jóvenes hacia un buen futuro.