Panamá recuperó la categoría No.1 en materia de aviación civil, lo que nos convierte nuevamente en un país seguro para las operaciones aeronáuticas.
Fueron tres años los que se requirieron para cumplir con las 29 recomendaciones de la Agencia Federal de Aviación (FAA) y Organización de Aviación Civil (OACI).
En abril del 2001, ambas organizaciones nos degradaron a la categoría No.2, lo que afectó la ampliación de las aerolíneas panameñas en sus operaciones hacia Estados Unidos.
Con los planes de expansión de explotadores locales como COPA y DHL, el recuperar la categoría privilegiada, esas compañías pueden retomar sus planes para buscar nuevas rutas y destinos en la unión norteamericana, así como adquirir nuevos aviones.
Ya se habla que una de las aerolíneas contempla ampliar sus vuelos hacia Nueva York y Chicago. Además el denominado código compartido, donde aerolíneas estadounidenses y panameñas, pueden meter pasajeros en una u otra compañía, será restablecido en ambos sentidos.
El proceso para superar la degradación tuvo un costo aproximado de tres millones de balboas e involucró acciones tanto a nivel estatal como en las compañías de aviación que ofrecen servicios internacional como local.
La re-certificación reconoce que Panamá ha cumplido con todas las normas para garantizar la seguridad operacional de los vuelos para que cuando una persona aborde un avión pueda tener la confianza de que es un vuelo seguro y eficiente.
Lo que corresponde ahora es garantizar que se mantengan vigentes todas las medidas adoptadas para lograr nuevamente la categoría No.1, para que en un futuro el país no vuelva a sufrir otra degradación en el futuro.