Algunas personas piensan en forma bastante ingenua que Panamá es una especie de isla ajena a la criminalidad y sucesos violentos. Pero la verdad es otra: Los homicidios y otros hechos delictivos crecen como la hiedra en el istmo.
Y uno de los delitos que más está creciendo es el secuestro: la retención o privación de la libertad por una persona por otro particular; acción que conlleva el interés de lucro personal.
El jurista Rafael Collins explica que hay penas de cinco a doce años de prisión, incluso hay otras de siete a quince años por el delito de secuestro.
"Todas estas penas van a depender de cómo se produce y los elementos que se utilicen en la acción del secuestro, ya sean armas u otras cosas", agregó.
En caso de que la víctima de este hecho ilegal muera en el acto, "el delito mayor absorbe al menor; en este caso estaríamos hablando de la figura de un homicidio con el agravante de un secuestro".
Entonces debe investigarse el hecho como un homicidio, indicó el jurisconsulto Collins.
El Inspector Wilfredo Hurtado, Jefe de Investigaciones Criminales de la PTJ, tiene su punto de vista muy particular. "El secuestro tiene como fin el lucro, o sea el dinero y de esos casos se han tenido poco, manifestó Hurtado.
Los últimos casos manejados a nivel de la PTJ, han sido resueltos aseguró el investigador. "Incluso no se ha entregado el dinero que piden los secuestradores, nosotros hemos hecho algunos balances sobre eso", aclaró.
MODO DE VIDA
Los secuestradores son delincuentes que tienen antecedentes y que se han vuelto profesionales en esta acción, a fin de poder obtener dinero.
Uno de los casos más tradicionales tienen que ver con los plagios de ciudadanos asiáticos, pero allí es más difícil trabajar en estos casos, a raíz del manejo del idioma "pero tenemos mucho apoyo de la colonia china y hemos logrado resolver los casos", explica.
En cuanto a casos con colombianos, estos operan mucho en delitos relacionados con narcotráfico o ligados con situaciones de deuda.
Elementos locales privan de su libertad a las víctimas, a fin de entregarlos a los asiáticos, quienes entran en la negociación. Algunos de estos grupos han sido desmantelados y no se descarta que en otros casos tengan este perfil.
En los secuestros de chinos, estos se originan por problemas de deudas, mientras que en los de colombianos es por droga, indicó Hurtado.
"En los últimos años, los colombianos han operado junto a los nacionales", quienes privan de su libertad a las personas para después entregarlos a los extranjeros.
Hay un detalle curioso, el cual un caso de secuestro termina como uno de extorsión, tan pronto se culmina la investigación por parte de la Policía Técnica Judicial.
En el año 2004 cuatro casos tenían perfil de secuestro, pero los otros eran de falsa denuncia.
En el 2005 ha ocurrido un solo caso de secuestro, manifestó el veterano investigador.
Aclaró que el caso de la pequeña Mónica Serrano, desaparecida desde el 8 de febrero de 2003 en el distrito de Arraiján no debe verse como un secuestro, sino privación de libertad. En el caso de la pequeña no se ha pedido dinero.
PENAS PARA SECUESTRADORES
Hay penas de cinco a doce años de prisión, incluso otras de siete a quince años por el delito de secuestro.