Hace ya más de 4.000 años que en La India se cultivaba la berenjena, que por aquel entonces gozaba de muy mala reputación, porque los botánicos pensaban que su consumo producía locura. Pero nada más lejos de la realidad, puesto que éste vegetal ha demostrado ser uno de los alimentos más adecuados para mejorar la circulación sanguínea.
Por otra parte, reduce el colesterol y ayuda a prevenir la arteriosclerosis. Los médicos recomiendan comer berenjena cuando hemos ingerido una comida abundante, ya que no permite que los ácidos grasos se depositen en las arterias, y también cuando nuestro hígado necesita una ayuda extra para disolver las grasas.
Si aún no se ha convencido de los beneficios de la berenjena debe saber que los adeptos a la medicina natural la utilizan para curar quemaduras, especialmente las producidas por el sol, y la aplican sobre zonas del cuerpo afectadas por enfermedades reumáticas, ya que tiene un efecto balsámico y calma el dolor. La lista de propiedades aumenta si tenemos en cuenta que resulta muy adecuada en las dietas de adelgazamiento por el alto contenido en agua.