En medio de aplausos y abucheos de simpatizantes y detractores, el Defensor del Pueblo, Liborio García Correa, tomó posesión ayer de su cargo ante el pleno de la Asamblea Nacional, mismo que lo eligió hace una semana con 48 votos.
El presidente de la Asamblea, Elías Castillo advirtió que el Órgano Legislativo "dará seguimiento" al ejercicio del cargo del nuevo Defensor del Pueblo, así como al cumplimiento de sus funciones legales.
Las declaraciones del presidente de la Asamblea quedaban entremezcladas con los gritos ensordecedores de un centenar de mujeres que al unísono coreaban en las gradas: ¡No lo queremos, no lo queremos!
SIN DISCURSO
En medio de todo el jaleo, Liborio García no pudo pronunciar el discurso que había preparado. Salió de la Asamblea rumbo a la Defensoría del Pueblo. Allá le esperaban algunas sorpresas: varios altos cargos tenían listas sus cartas de renuncias, entre ellos, Max López y Jorge Fabián Gutiérrez.
Sin embargo, García explicó antes que no renunciaba, porque sería aceptar que todo lo que se ha dicho, que es un "maltratador de mujeres" es verdad y darle la razón a gente que lo ha juzgado y condenado sin derecho a defenderse.
García reconoció que se equivocó en un momento de su vida, porque es un hombre imperfecto, pero pidió una oportunidad y que luego de ello el pueblo lo juzgue.
En torno a la querella que anunció que interpondría en su contra el asesor legal de la alcaldía Juan García, el Defensor respondió que todo lo que dicho en torno al manejo que se le dio al expediente sobre dificultades que tuvo con su esposa y que reposaban en la corregiduría de Bella Vista, figuran en una declaración notarial rendida por una funcionaria de ese despacho.
RECHAZO POLITICO
Cabe destacar, que en una carta enviada ayer a la directiva de la Asamblea por el presidente de Solidaridad, José Raúl Mulino, pone en conocimiento la posición del colectivo de lograr la renuncia de Liborio García.