La visita a Bagdad de la secretaria de Estado de Estados Unidos Condoleezza Rice, y de su colega británico, Jack Straw, no ha conseguido desbloquear la difícil formación de un gobierno iraquí, pendiente desde las elecciones del 15 de diciembre pasado.
En este inédito viaje conjunto al país que se ha convertido en el mayor quebradero de cabeza de la política exterior de ambas administraciones, Rice y Straw han repetido sin descanso que es hora de acabar con el vacío político, perjudicial para la seguridad y la estabilidad nacional.
"Necesitamos un primer ministro fuerte que restaure la estabilidad en el país, pero no somos quienes tenemos que decidir quién será esa persona", declaró Rice en una rueda de prensa celebrada en la fortificada "Zona Verde".
Tanto Condoleezza Rice como Jack Straw recordaron que, si bien la elección del primer ministro es asunto de los iraquíes, Estados Unidos y el Reino Unido, como los grandes contribuyentes en dinero y personas en el Irak post-Sadam tienen algo que decir, y tienen derecho a esperar que se forme un gobierno lo antes posible.
LIDERES
Ibrahim Al Jafari, que ha encabezado el gobierno de transición durante todo el 2005, es acusado de haber tolerado y hasta propiciado el clima de sectarismo prevalente en Irak, particularmente contra los suníes, por lo que concita la oposición abierta de sunítas, kurdos y chiítas laicos.
Sin embargo, Muqtada al Sadr, cada vez más popular entre las capas pobres, se ha alineado junto a Al Jafari y ha amenazado con pasar a la oposición.