Los años no perdonan, dice la sabiduría popular. Y es cierto. Pero usted puede hacer mucho para sentirse bien, en cualquier momento de su tercera edad.
Para cuando uno llega a los 60 años, hace rato que algunas cosas han comenzado a fallar. Por ejemplo, la vejiga ya no le aguanta como antes, y el sueño puede ganarle fácilmente, aunque se encuentre en la parte más ruidosa de una fiesta.
Estos y otros síntomas, le hacen recordar que ya no es un adolescente. Para decirlo de otra manera, usted entró a la tercera edad.
CUANDO UNO SE HACE VIEJO...
No es raro que una persona de 60 años entre a una habitación o se encamine hacia determinado lugar y de pronto se le olvide a lo que iba.
Todos, gradualmente, perdemos neuronas conforme envejecemos, pero el olvido ocasional también podría ser el resultado de su ocupada vida de mujer u hombre moderno.
¿Cómo resolver este problema? Hágase zurdo. Si es usted derecho, comience a usar su mano izquierda para las actividades de rutina, como cepillarse los dientes, contestar el teléfono y comer. Esto estimulará su lado del cerebro que menos utiliza, lo cual significa más actividad mental.
A los 80 años el cerebro de una persona promedio habrá perdido el 7 por ciento de su peso, y también bastante neuronas. Y como consecuencia de todo ello, la rapidez del pensamiento disminuye.
Sin embargo, el cerebro compensa estas pérdidas al aumentar su "inteligencia cristalina" o sea la habilidad de resolver problemas con los conocimientos aprendidos a lo largo de la vida, es decir, la experiencia.
Además, la experiencia es una excelente maestra, ya que reduce en gran medida la posibilidad de cometer errores.
La mejor manera de mantener el cerebro activo es mediante la adquisición de nueva información, hacer ejercicios físicos, procurar una dieta balanceada y hacer ejercicios para la memoria.