Para los padres panameños no siempre es fácil disciplinar a los pelao'os. Unos se irritan a tal punto que lo castigan pegándoles hasta con la hebilla y palos, cuando debe usarse más amor.
La disciplina es una manera de corregir y enseñara los niños. Pero ellos deben entenderla.
Además debe darles la oportunidad de corregir sus errores. El castigo solamente hace que los niños piensen que son malos. Por ejemplo, el golpearlos no les enseña qué deben hacer. Los golpes también pueden hacerles cree que no hay nada de malo en golpeara los demás. Siempre es bueno usar reglas sencillas, pero claras y firmes. Por ello, debe tratar trate de mantener la calma cuando disciplina a sus niños. Si siente que está enfureciéndose, aléjese un momento hasta recuperar la calma. Alabe el buen comportamiento de sus niños. Al hablarles, muéstreles su afecto. Dígale a sus niños lo que deben hacer en vez de decirles lo que NO deben hacer.
Siempre que sea posible cambie la situación en vez de tratar de cambiar el comportamiento de sus hijos.
Use palabras y no el castigo corporal. Las palmadas o nalgadas son necesarias, pero recuerde no abusar de ellas. Aunque la Biblia trata este tema, siempre hace mención del amor como primer método para corregir a su niño.
Recuerde, nunca pierda la calma. Si lo hace no está logrando ningún objetivo claro.
Si usted es un padre prepotente, debe corregir primero usted para luego corregir a un infante. Siempre es recomendable pedir la sabiduría de Dios para que le ayude a dar el paso correcto porque hay veces que el niño o adolescente se pasa del límite de lo permitido y sólo a través de la oración se puede obtener un resultado favorable.