¿Quién sabe por qué su cuerpo le pide descansar?, pero lo cierto es que esta clase de ser humano no guarda distancia ni le preocupa en lo absoluto dónde agachar la cabeza.
Ellos andan con una pesadez que los hace caminar despacio. No coordinan muy bien. La rutina es la misma en sus vidas porque pareciera que no han descubierto qué hacer en las horas de almuerzo. Dormir y dormir es la rutina. No saben que también se pueden leer un buen libro.
Algunos conocedores de este tema han dicho que es justo que el hombre descanse. Nadie sabe si la persona laboró muchas horas el día anterior o es que hace dos cosas: estudia y trabaja.
Un ciudadano que desee ser visto como hombre de bien no baja la cabeza en cualquier lugar. Hay gente que lo hace en su propio puesto de trabajo. Apartan el teclado de su computadora, desconectan el teléfono y se acuestan a dormir a lo militar, como se dice en Panamá. Hay otros que lo hacen en plena cafetería. No les importa que haya gente a su alrededor. Su objetivo es descansar.
Lo delicado es que si estas personas se acuestan a dormir por pereza es muy peligroso para la salud. Si lo hace porque es una persona muy trabajadora, que apenas tiene dos o tres horas para dormir, es tiempo que tome decisiones firmes porque está maltratando su vida.
El déficit de sueño repercute sobre todos los aspectos de la vida de una persona, desde su capacidad de prestar atención hasta su estado de ánimo. Las investigaciones demuestran que más del 20% de los alumnos de la escuela secundaria se quedan dormidos en clase y los expertos han establecido una relación entre la falta de sueño y el hecho de sacar peores notas. La falta de sueño también repercute negativamente sobre el rendimiento deportivo.
En Estados Unidos, la Administración Nacional de Seguridad y Tráfico en Carreteras calculó que cada año mueren 1.500 personas en accidentes de tráfico provocados por conductores de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años que simplemente conducían cansados. (Más de la mitad de las personas que provocan accidentes por quedarse dormidos al volante tienen menos de 26 años).
La falta de sueño también se ha relacionado con problemas emocionales, como los sentimientos de tristeza y depresión. Además, el sueño nos ayuda a mantenernos sanos, al ralentizar lo suficiente nuestros sistemas corporales como para que podamos "recargar baterías" después de las actividades cotidianas.
Seamos mejores ciudadanos y descansemos apropiadamente en casa, durmiendo en nuestra propia cama, para no tener que hacerlo en cualquier esquina.