A pesar de los avances económicos del país, aún se mantienen altos los niveles de pobreza y pobreza extrema, según el Informe Sobre Avances en el Derecho a la Alimentación, de la Iniciativa América Latina y el Caribe sin Hambre de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
El documento, dado a conocer ayer, sostiene que los indicadores nutricionales manifiestan asimismo que el hambre en el país persiste, así como la inseguridad alimentaria.
Cifras del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) revelan que en Panamá cuatro de cada 10 personas viven en pobreza total (36.8%) y, del total de la población, el 16.6%, es decir, 508,700 panameños se encuentran en situación de pobreza extrema. Dicha situación, de acuerdo con el informe, no presenta uniformidad al interior del país, sino que se constata una profunda desigualdad por regiones. Las más afectadas son las zonas rurales e indígenas, lo que expresa una vinculación estrecha entre la inseguridad alimentaria y las estructuras sociales y políticas del país y la inequidad que se arrastra históricamente.
Un estudio del MEF también mostró diferencias entre las provincias. "Cuatro provincias muestran tasas de pobreza total mayores al 50% de sus habitantes: Darién, Bocas del Toro, Coclé y Veraguas, siendo la provincia de Darién la que presenta el mayor porcentaje de pobreza. En estas provincias, la pobreza extrema oscila entre el 19.6% y el 37.8% de su población", se afirma.
Igualmente, "la provincia de Colón tiene menos del 50% de sus habitantes en situación de pobreza total (42.7%), pero se sitúa por encima del promedio de pobreza total para el país (36.8%). La pobreza extrema incide en el 10.3% de su población, tasa menor al promedio nacional (16.6%)".