Andry Rajoelina fue investido "presidente de la Autoridad Suprema de la Transición" de Madagascar, aislado por la comunidad internacional, que ha condenado el golpe de Estado en la isla y cuyos representantes no han acudido al acto multitudinario celebrado para proclamar su Gobierno.
Unas 40000 personas abarrotaron el principal estadio de capital malgache.