El Golfo de Montijo y su conjunto de islas, costas y playas presentan un mundo fascinante para el turismo interno, nacional e internacional que emociona a las personas que se dedican a estas actividades recreativas y científicas.
Recientemente, un grupo de personas con visión futurista para desarrollar áreas o zonas con estos fines comentó a este medio que la parte costera del distrito de Mariato, Montijo y Soná poseen lugares apropiados para recuperar el turismo ecológico, igual que el de placer por las playas, costas y ríos que se encuentra en estos lugares con una belleza única en el país.
AMBIENTE AGRADABLE
Sócimo Vásquez, dedicado al transporte en lancha a turistas nacionales y extranjeros, dijo que a las personas que vienen de otros países les agrada viajar por el Golfo de Montijo y observar el verde de los manglares, los animales que viven en él, igual que las costas e islas que hacen un ambiente agradable para los que visitantes.
El transportista de turismo explicó que para muchas personas que vienen de otras partes del mundo, es un área rica en paisajes que jamás podrán olvidar, a parte de ser tranquila para el descanso personal y familiar que no han logrado en otros lugares pese a las pocas facilidades que se tienen.
LLEGADA A PUERTO MUTIS
Los turistas llegan inicialmente a Puerto Mutis en Montijo a pesar de ser un área rural en comparación de otros puntos del país, los visitantes lo encuentran atractivo porque desde allí empieza el contacto con la naturaleza y las bellezas panorámicas que hacen que el turista se sienta bien.
CONTACTO
De acuerdo a Vásquez, el contacto en estos viajes no sólo es con turistas sino también con especialistas en materia ambiental, ecologistas turistas, biólogos que llegan hasta las costas, playas, ríos y bosques que bordean las zonas costeras donde se detienen para evidenciar el potencial que se tiene para desarrollar todo tipo de actividades relacionas al turismo.
CONSERVACION DE ESPECIES
Rubén Ortiz es un residente en Mariato, comentó que pese a que la mayoría de las personas que viven en esta región sobreviven de las actividades pesquera han decidido no acabar con algunas especies, pero hay hechos graves que ponen en peligro lo que ellos por años han cuidado.
Dijo que ya es hora de que las autoridades regulen las fumigaciones que cada año acaba con la vida de millones de especies acuáticas, algunas en riesgo de desaparecer, como la tortuga marina, delfines y otros que mueren por los supuestos efectos de los herbicidas y plaguicidas en los cultivos que van a parar al mar.
Señaló que llegan turistas y estudiosos de faunas acuáticas y terrestres, que han indicado que todavía es salvable la vida de muchas especies, pero hay que mejorar el sistema que se usa en las fumigaciones de los cultivos para salvar a los manglares y bosques que bordean las costas donde aún viven muchas especies salvajes.