Saludos amigos y amigas del béisbol, bienvenidos al dominguito de misa, de béisbol mañanero, con la final del infantil, pero un dominguito de mucha resaca en la isla de Cuba, donde ya no queda ron y tampoco habanos, tras el gran triunfo ante los dominicanos, anoche, en el Petco Park de San Diego.
La tropa cubana se llevó la victoria, dejando sin aliento, entusiasmo y casi moribundos, a la hueste dominicana, la gran favorita de todos, en el Clásico Mundial de Béisbol.
Había leído que Moisés Alou le iba a pedir permiso al mentor de los Gigantes de San Francisco, Felipe Alou (además su padre), para festejar el lunes, si Dominicana se ganaba el Clásico Mundial.. pero ahora debera asimilar el duro golpe al corazón de no sólo perder ante Cuba, sino alejarse de la corona soñada en esta fiesta beisbolera.
Y tras la conquista anoche de la primera semifinal, me viene a la mente aquellas palabras del viejo zorro cubano, Higinio Vélez que ha dicho una y otra vez que Cuba ha perdido una batalla y no la guerra y para muestra un botón. Los cubanos siguen en la guerra y están a una batalla de coronarse campeones.
Pero Vélez también ha tenido otras frases celebres en el Clásico Mundial. "Ahora verán el juego cubano".
El viejo zorro suele a veces intimidar con sus palabras, pero también pareciera super soñador. Pero hay una realidad, sus palabrar salen del corazón y llevan toda la confianza posible.
Vélez es un ganador por excelencia. Un mentor de lujo.. y si sus jugadores pueden jugar en las mayores, el viejo zorro, puede dirigir en Grandes Ligas.
Cuba es Cuba. Anoche le dio un golpe al corazón a su tercer gigante de la pelota profesional. No ha tenido piedad, contemplación y ha jugado sin temor ante todos sus rivales.
Los cubanos no conocen el miedo en la pelota. Con todo lo que han probado, puede jugar en otra galaxia, con equipos de extra terrestres.
Ya son tres las grandes potencias que han probado el sabor de su pegada. Incluyan a Panamá que también tomó del bueno.
Cuba tiene agallas y hoy juega como campeón. Ha ganado y ha perdido, pero la luz al final del camino, se ve en el horizonte.
Me quito el sombrero..
Oye chico.. ¡Viva el béisbol!