María López es una mujer de 39 años, moradora de la comunidad de Las Vueltas de Ponuga, zona ubicada a 20 minutos del distrito de Santiago.
Ante el pésimo estado de la carretera Santiago -Ponuga, esta noble mujer y sus dos hijas sin importar el inclemente sol, a punta de pala y piqueta decidió extraer tierra de cualquier parte, para luego trasladarla en cubos y depositarla en los huecos que se encuentran a lo largo y ancho de esta vía.
Explicó María que tanto ella como otros moradores han encontrado en esta actividad una oportunidad de recaudar algún dinero, ya que la situación cada día se hace más difícil y no hay trabajo.
Al conversar con las hijas de María: Magalys de 16 años y Francisca de 10 años, nos manifestaron que ellas también colaboran en este tipo de labores, ya que ante la noble actitud de su madre, camioneros y transportistas les poyan con algo de dinero, el cual les sirve para comprar alimentos y ahorrar, para así poder adquirir los uniformes y útiles escolares que necesitarán durante este año.
Magalys, con lágrimas en sus ojos, nos cuenta que le gustaría tener una mejor condición de vida para estudiar y ayudar a su madre y a su hermanita, manifestando que en ocasiones han caído enfermas y no tienen los recursos para comprar los medicamentos.