La aparición del Internet sin duda alguna, ha revolucionado el mundo de las comunicaciones y hoy gracias a este invento, se han acortado distancias y se han generado millones de actividades financieras.
Sin embargo, paralelamente a los beneficios que ha traído el Internet a la humanidad, se han sumado los denominados vicios, es decir que no todo es bueno, ya que este instrumento también es utilizado por los "amantes del crimen" organizado para realizar sus fechorías.
Y es que en la actualidad, los delincuentes del mundo, ya no atracan los bancos "armados hasta los dientes" como era costumbre en el siglo pasado, ahora los estafan por Internet, y ya ni siquiera la conocida "Lotería" escapa del impacto de los delitos informáticos.
No en vano, los expertos e investigadores consideran el "crimen cibernético" como el "mal del siglo".
Panamá no escapa de este mal, y las denuncias sobre la comisión de delitos cibernéticos como el fraude, el lavado de dinero, la piratería comercial, robos de identidad, organización de asesinatos, narcotráfico, pornografía, prostitución y comercialización de medicamentos adulterados, se han tornado comunes.
Son muchos los casos de personas cuyas fotografías han sido elevadas a páginas virtuales sin su autorización, argumentando un supuesto interés por conseguir pareja, con datos que más que beneficiar al involucrado, intentan desprestigiar su reputación.
Igualmente el número de "estafados" a nivel del corazón por conocidas páginas de Internet es mayúsculo. No todo el amor que se profesa por la web es real, los supuestos "cuentos de hadas" de "príncipes azules" y de "amores para toda la vida", no pasan de ser fantasías extraídas de las páginas de trilladas novelas de amor.
Estos delincuentes pasan desapercibidos a través de las fronteras, se ocultan tras incontables "enlaces" o simplemente se desvanecen como por "arte de magia" sin dejar rastro.
Y lo triste del caso, es que es poco lo que hacen las autoridades panameñas para controlar los abusos que se dan por la Internet.
Se necesita de la aplicación de leyes y disposiciones que sancionen y castiguen a los que utilizan este medio de comunicación para "aprovecharse, timar y destruir la honra y bienes", de honestos panameños que ven en la Internet, un mecanismo para acortar distancias y conversaciones.