El Gobierno colombiano pagará la millonaria recompensa que le prometió a "Rojas", el presunto rebelde que asesinó a "Iván Rojas", miembro del mando central de las FARC, anunció en Bogotá el ministro de Defensa, Juan Manuel Santos.
El funcionario dijo que la retribución de hasta 5, 000 millones de pesos (casi $2.7 millones) prevista para este caso también alcanzará para pagar a "tres fuentes principales" de información en las operaciones contra el jefe insurgente muerto.
El reconocimiento monetario a "Rojas", alias de Pedro Pablo Montoya, fue decidido por un comité evaluador del pago de recompensas, señaló Santos en una reunión con la prensa convocada para informar de las conclusiones de dicho órgano gubernamental.
El funcionario confirmó la retribución a Montoya a pesar de las posturas en contra de altos cargos estatales, como el fiscal y el procurador generales, Mario Iguarán y Edgardo Maya, y sectores de la oposición, que rechazan que el Gobierno pague a una persona por el asesinato de otra.
"Se decidió reconocerles el pago de una recompensa a las tres fuentes principales, al igual que a alias Rojas por la información suministrada", dijo Santos, para aclarar que "el monto (...) que recibirá cada uno será determinado por el comité y puede llegar a sumar un máximo de 5, 000 millones de pesos".
Santos agregó que el asesino recibirá "una importante suma por la información estratégica contenida en el computador que pertenecía a Ríos y que fue entregado por Rojas a las autoridades, así como por los datos almacenados en memorias USB que están siendo analizadas por parte de las autoridades judiciales".
La información suministrada por "Rojas" han permitido a las Fuerzas Militares seguir con las acciones contra los frentes 47 y 9 de las FARC, reductos del bloque que era comandado por el dirigente rebelde asesinado, sostuvo el titular de Defensa.
"Igualmente servirá para establecer rutas del narcotráfico, redes de abastecimiento y planes terroristas de las FARC", continuó Santos, quien sostuvo que "Iván Ríos" y sus frentes afrontaban desde agosto del año pasado una "operación militar sostenida" en el oeste y el noroeste del país.
La acción avanzó con éxito gracias a informes entregados por fuentes humanas, como milicianos y desmovilizados, así como por campesinos, dijo luego.