Posibles fallas en el sistema de refrigeración pudieron generar que se malograran 25,900 kilogramos (unas 57,099 libras) de pescado que iban a ingresar a Panamá para el consumo nacional especialmente en temporada de Semana Santa.
El cargamento detectado por la AUPSA se encontraba en las primeras fases de descomposición, por lo que se procedió a sellar el contenedor que transportaba la carga y posteriormente llevar la misma hasta la ciudad de Aguadulce para su destrucción.