En una esquina está Puerto Rico, un equipo lleno de estrellas de Grandes Ligas que cuenta con el apoyo de la afición local. En la otra, Panamá, una novena con problemas en todas las facetas y apenas dos nombres familiares en las mayores.
Puerto Rico enviará al montículo a Javier Vázquez, un derecho de los Medias Blancas de Chicago, mientras que Panamá contará con Lenín Picota.
El director Aníbal Reluz dijo que el partido es difícil, pero no es imposible ganar. Ellos no tienen tres manos ni tres piernas ni dos cabezas. La única forma que no le podremos batear a esos serpentineros es que lancen la bola por debajo de la tierra, añadió.