La dirigencia sindical se sacó los trapos sucios. El coordinador de CONUSI, Gabriel Castillo, y Rafael Chavarría por el CONATO se acusaron ayer mutuamente de negociar prebendas y beneficios gremiales con las dos últimas administraciones gubernamentales.
El coordinador de CONUSI aseguró que empresarios y sindicalistas fueron presionados por el gobierno para que éste no tuviera que hacer de árbitro en esta nueva disputa bilateral por un nuevo tope del salario mínimo. El decreto de lo acordado será firmado este viernes por el presidente Martín Torrijos.
Por su parte, Chavarría manifestó que los argumentos de Castillo son motivados por su experiencia con la administración Moscoso, quien le concedió prebendas durante la aprobación de las reformas fiscales denominadas "saca-plata".