Un grupo de arqueólogos hondureños y japoneses anunció haber descubierto 69 osamentas y más de 30 edificios de la civilización indígena maya, que desapareció misteriosamente tras extenderse hace un millar de años en lo que ahora son territorios de México y centroamérica.
El hallazgo se hizo en Copán Ruinas, a 300 kilómetros al oeste de Tegucigalpa, donde florecieron los mayas entre los años 250 y 900 después de Cristo.
``Creemos que esos restos pertenecieron a las familias del décimo gobernante maya: Luna Jaguar'', dijo en rueda de prensa el arqueólogo japonés Seiichi Nakamura.