El origen de la lechuga no parece estar muy claro, aunque algunos autores afirman que procede de la India.
Según las informaciones recaudadas sobre este cultivo, la siembra de la lechuga se remonta a una antigüedad de 2.500 años, siendo conocida por griegos y romanos.
Las primeras lechugas de las que se tiene referencia son las de hoja suelta, aunque las acogolladas eran conocidas en Europa en el siglo XVI.
De acuerdo a la FAO (Fondo de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura), la lechuga tiene gran importancia económica pues sólo en Estados Unidos y China juntas se cultivan anualmente casi 13 millones de toneladas al año.
SUELO
Los suelos preferidos por la lechuga son los ligeros, arenoso-limosos, con buen drenaje, situando el pH óptimo entre 6,7 y 7,4. En suelos humíferos, la lechuga vegeta bien, pero si son excesivamente ácidos será necesario cubrirlos con cal.
Este cultivo en ningún caso admite la sequía, aunque la superficie del suelo es conveniente que esté seca para evitar en todo lo posible, la aparición de podredumbres de cuello.
LA SIEMBRA
En primer lugar se procederá a la nivelación del terreno, especialmente en el caso de zonas que se encharcan, seguidamente se procederá al asurcado y por último a realizar los montículos o caballones en donde se sembrará el cultivo, formando varios bancos, para marcar la ubicación de las plantas así como para realizar pequeños surcos donde alojar la tubería portagoteros.
RECOMENDACIONES
Se recomienda cultivar lechuga después de leguminosas o cereal, debe mantenerse las parcelas libre de malas hierbas y restos del cultivo anterior.
No deberá utilizarse el mismo terreno para más de dos periodos de este cultivo o largo de cuatro años, salvo que se realice una sola plantación por siembra , alternando el resto del año con cereales o leguminosas.
LA COSECHA
La madurez está basada en la compactación de la cabeza. Una cabeza compacta es la que requiere de una fuerza manual moderada.
Una cabeza muy suelta está inmadura y una extremadamente dura es considerada muy madura. Las cabezas inmaduras y maduras tienen mucho mejor sabor que las sobremaduras y también tienen menos problemas en postcosecha.
CLIMAS
Este cultivo no soporta las temperaturas elevadas . Como máxima tendría los 30 ºC y mínima hasta -6 ºC.
La lechuga exige que haya diferencia de temperaturas entre el día y la noche.