Como dicen por ahí, escuchar buena música, no tiene precio ni fronteras.
Cada minuto del recital de la pianista de origen ucraniano, Natalia Romanenko, fue impresionante.
El sublime sonido del piano, se paseaba dentro de las instalaciones del Museo de Arte Contemporáneo, como una invitación al amor y el sentimiento.
Hora y media de talento y genialidad sobre un instrumento, que no podía más que sentirse orgulloso de ser utilizado por uno de los genios más importantes de la música hoy por hoy.
Interpretaciones que iban desde la música romántica del siglo XIX, hasta el sonido armonioso de composiciones hechas por los impresionistas como Porodi, Gabriel Fauré, Rabel, entre otros, fueron ejecutadas magistralmente por esta instrumentista de 29 años. Pero este recital no estaría completo, sin que Natalia tocara una pieza de su autor favorito Hans Zimmer
La presentación forma parte de la primera gira por América Latina que realiza esta reconocida solista, la cual ha visitado Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá.