Si a un sacerdote lo mandan a la cárcel no le está prohibido impartir los sacramentos.
Solo el Vaticano puede tomar un castigo drástico y definitivo, previo a un debido proceso judicial-eclesiástico y a realizarse hacia lo interno de la Iglesia Católica.
Lo anterior fue enfatizado ayer en conferencia por monseñor Hugo Barrantes, arzobispo de San José, en relación con la noticia de DIARIO EXTRA, donde se condena a 12 años de cárcel al sacerdote Orlando Robles García por abusar sexualmente de los monaguillos en la iglesia de Cot, Cartago.